ROBERT BRYAN: Hemos estado en el Tribunal Supremo de los EE UU con el tema de la pena de muerte durante 14 meses. El punto en el que nos encontramos ahora es que estamos de vuelta en el Tribunal de Apelaciones de Philadelphia. La cuestión es si nuestro caso es similar o no a otro caso. Yo argumentaré que el nuestro es distinto, aunque la acusación dirá que es el mismo. Quien pierda volverá al Tribunal Supremo. Si no conseguimos un nuevo juicio, Mumia será ejecutado. Si hubiésemos ganado en el asunto del racismo del jurado podríamos haber obtenido un juicio completamente nuevo sobre la inocencia o no de Mumia. Uno de los motivos por los que el Tribunal dictaminó en nuestra contra fue que dijeron que no tenían suficiente información. Hubo una audiencia en 1995 para presentar nuevas pruebas, pero la defensa no presentó la composición racial del panel de jurados. El abogado responsable de la investigación no había trabajado jamás en un caso de pena de muerte, con lo cual tenemos un hombre que podría ser ejecutado por los fallos de su abogado, aparte del motivo racial. No creo que sus abogados pretendieran sabotear el caso, fue mera incompetencia. Éste es un ejemplo de por qué la pena capital es un error, no sólo en el caso de Mumia sino en los miles de casos en EEUU y en otros lugares del mundo. Las personas son ejecutadas no por cometer un crimen sino por no estar adecuadamente representadas, por no poder costearse un buen abogado. La pena de muerte es un privilegio reservado para los pobres.
D.: ¿Quién es Mumia Abu-Jamal?
R. B.: Mumia Abu-Jamal se convirtió en un periodista y escritor destacado en Philadelphia antes de ser detenido. Siempre se ha centrado en los derechos humanos y ha criticado a las autoridades que abusan de su poder, lo que incomodaba a algunas personas. Pero él no calló. Pasó a ser conocido en la prensa como “la voz de los sin voz” por hablar a favor de los pobres y las personas de las que abusan el Estado, el Gobierno y las autoridades. Mumia asistió a una marcha de George Wallace, un gobernador de Alabama cuyo éxito político se basaba en el racismo y la segregación y que se hizo conocido tras bloquear la entrada de la Universidad de Alabama para impedir que unos jóvenes negros se inscribieran. El racismo y la brutalidad eran terribles, pero Mumia asistió a aquella marcha de todos modos y fue pateado allí. Más tarde diría que aquello determinó su entrada en las Panteras Negras, que entró “a patadas”. Desde el momento en que fue arrestado, la idea ha sido pararle y ejecutarle. Pensaron que le callarían enviándole al corredor de la muerte, que dejaría de escribir. De manera irónica, ha tenido el efecto contrario y es más conocido hoy que antes de ser arrestado. Parece que la única manera de callarle es ejecutándole. He trabajado en más de 200 casos de pena de muerte y nunca he visto un caso en el que se haya gastado tanta energía para matar a alguien. Incluso el gobernador actual de Pensilvania ha declarado que le gustaría ver a Mumia ejecutado antes de dejar su cargo. Alguien me preguntó una vez si no sería más fácil si Mumia dejara de escribir. Sus comentarios aparecen semanalmente en varios periódicos y programas de radio. Habla, no sobre sí mismo, sino sobre derechos humanos, pobreza, guerra, derechos de las mujeres, educación... Pero parte de lo que le hace especial es que alza la voz en contra de las injusticias. Si se silencia su voz, si se silencia su pluma, se destruirá lo que le hace ser especial. No quiere morir, quiere vivir. No desea ser ejecutado. Pero no callará como periodista; no callará para salvar su propia vida. Desde el corredor de la muerte ha escrito seis libros que han sido publicados en diferentes idiomas y ha estudiado un Máster de la California State University.
D.: ¿Cómo fue el juicio en el que fue condenado?
R.B.: En el juicio de 1982 se retiró a varias personas del jurado por ser negras. El juez, Albert Sabo, era racista. En el momento del juicio, Sabo había sentenciado a muerte a más gente que ningún otro juez de los EEUU. Mumia tuvo muy mala suerte de que su caso fuese asignado a este juez en particular. Una de las cosas más interesantes es que durante el juicio, en un descanso, Sabo le dijo a otro juez en el pasillo “Voy a hacer que frían al negrata”. Freír es una expresión para ejecutar y “negrata” (nigger en inglés) es el término despectivo para referirse a las personas negras en EE UU. Es una declaración asombrosa. Refleja no sólo el racismo y la arrogancia del juez sino también lo cómodo que se sentía en su racismo, de tal manera que podía decir algo así de manera abierta y durante el juicio. La amenaza que recorre todo este caso desde el momento de la detención de Mumia en 1981 es el racismo. Nada en este caso es tan letal como el racismo.
D.: ¿Podría darnos más información sobre la petición internacional a Obama para parar la ejecución?
R.B.: Necesitamos cientos de miles de firmas para llamar la atención de Obama. Le pedimos que se pronuncie y pida una moratoria de la pena capital para Mumia y las 20.000 personas que están en el corredor de la muerte en diferentes lugares. Si se pronuncia como autoridad moral contra la pena de muerte probablemente influya en el caso de Mumia y en el de otras personas. Cuando se alcance un número suficiente, una delegación presentará la petición a Obama. Me encantaría ver una campaña de recogida de firmas y apoyo a Mumia en España. Tenemos ya algunas firmas de allí, pero necesitamos muchas más.
Campaña de recogida de firmas en apoyo a Mumia Abu Jamal
Firma aquí.
2 comentarios:
Hay muchos casos en USA de presos en el corredor de la muerte sin terminanrse de solucionar `por las enormas dudas de su culpabilidad. De hecho hay uno de Jalisco, de un hombre con 16 años en espera de ser ejecutado, pero hay tantas dudas de que sea culpable que no lo han ejecutado, y como una abogada americana dijo que cuando se compruebe su inocencia el los puede demandar por taaantosss millones de dòlares, ahora no quieren tocar el caso....verdaderamente patètico
abrazos
Y que lo digas Adelfa..., pero ves, ahí Zapatero tampoco exige a Obama que respete los Derechos Humanos ni que elimine de una vez por todas la Pena Capital ni que libere a todos los Presos Políticos ó los que simplemente no se sabe siquiera si pueden ser inocentes porque nunca han tenido un juicio justo...; sólo exigen el respeto de los Derechos Humanos y la libertad de los Presos Politicos a aquellos Gobiernos con los que no tienen Tratados Comerciales y no pueden sacar tajada de ellos
SON CINICOS, HIPOCRITAS Y TAMBIEN PATETICOS, TODOS ELLOS...¡Ainss que ASCO LES TENGO!.
Abrazos
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