LOS POLITICOS REZAN MIENTRAS SUS ARMAS TRUENAN.

Los políticos rezan mientras sus armas truenan Rezar y matar no parece compatible y menos si se comparten rezos con un premio Nobel de la paz. Los que ofician esta pantomima comandan sus guerras mientras rezan.Por la paz,naturalmente. Patrocinio Navarro Para kaos en la Red Hoy a las 13:58 8 lecturas www.kaosenlared.net/noticia/politicos-rezan-mientras-armas-truenan Artículo/noticia publicado/a en Kaosenlared.net en el apartado de Libre Publicación NO seleccionada/o por el Colectivo Editorial

MIENTRAS LOS POLÍTICOS REZAN

Muchos quisieron en el pasado, y dicen seguir queriendo hoy, salvar el mundo. Se llaman demócratas, conservadores, y hasta cristianos, y leen la Biblia en público en diferentes escenarios, pero esta clase de conservadores están muy lejos de ser cualquiera de esas tres cosas, y desde luego no tienen nada de conservacionistas. Lejos de querer conservar, destruyen hasta lo más elemental, como el medio ambiente; modifican el clima, pueden provocar terremotos y empobrecen o matan a cientos de millones que dependen de su poder económico, político, o social. Y si algo tienen afán de conservar por encima de todo es su cinismo y sus privilegios.

Se llaman liberales, libertadores, demócratas, nacionalistas, o lo que sea parecido a eso, pero nada de lo que hacen es parecido a eso y conducen a los pueblos a la privación o limitación de sus libertades allá donde alcanza su poder, se llame como se llame el tipo de estado o la forma de gobierno con que se presentan.

Se consideran inteligentes y se dicen amantes y defensores de la inteligencia que avalan por haber asistido con éxito a colegios y universidades de élites, pero su inteligencia se reduce a conocimientos intelectuales utilitaristas y desprovistos de sabiduría. Su inteligencia está empobrecida por su tendencia al dogmatismo, su servilismo intelectual a sus mentores ideológicos, su ambición y sus deseos de reconocimiento. Por todo ello limitan su inteligencia a técnicas de dominio, manipulación y otras formas de utilizar los cerebros de los demás en provecho propio. Esto les induce a poner obstáculos al desarrollo de la inteligencia colectiva, a la que procuran adormecer, entretener, limitar y desviar para que la colectividad esté a su servicio y satisfaga sus intereses ególatras.

Se consideran amantes de la paz y hasta organizan guerras para supuestamente defenderla, pero son precisamente ellos los que llevan a cabo meticulosos planes de guerra en todas partes, y en el momento que consideran conveniente envían a sus obedientes soldados. Aún así, muchos de ellos, incluso presidentes belicistas, son recompensados por las gentes de su propio mundo – el mundo de las apariencias y el cinismo- con premios Nobel de la Paz.

Se consideran seguidores del cristianismo y rezan en público para que se les vea, pero sus rezos y su cristianismo nada tienen que ver con el Cristo del Sermón de la Montaña. Con sus rezos públicos y lecturas de Biblias desean ser vistos como hombres y mujeres de bien y así obtener la confianza de los desprevenidos y seguir así conservando sus privilegios sociales, económicos y de poder. A veces hasta vemos a algunos de ellos vestidos de forma extravagante oficiando en catedrales y otros templos bendiciendo a la parte de humanidad que tienen hipnotizada por medio de su lenguaje, sus puestas en escena teatrales y sus riquezas, siempre de uso exclusivo. Son los sepulcros blanqueados de los que nos previno Cristo. En su interior sólo hay podredumbre.

En lugar de salvar al mundo, es el mundo quien debiera estar a salvo de ellos. Pero para eso el mundo tiene que despertar su conciencia dormida. Más información: Antifascismo Internacional